VISITAS

sábado, 8 de diciembre de 2012

DESPUÉS DEL FAJR






   Domingo por la mañana, recién amanecido y la casa duerme. Pliego la alfombra y me pongo junto a la ventana, mirando la niebla antes de que la deshilache la luz, que empuja por la izquierda.  Todo está en paz. Y sin saber como ni donde, me encuentro con este hombre. Un iluminado, que duda cabe. Pues luz hay en lo que dice y en la manera de decirlo. Un Mulá Nasrudín contemporáneo, que con el envoltorio dulce del humor, suelta verdades como casas.


 

    Hace falta ser un experto del enredo para llegar a tamaña sencillez. Y conocer bien el dolor para desdramatizar tanto.  Este hombre con cara de camarero y atrezzo de los chinos es un maestro. Y un pontífice, como el mismo se declara. Os presento a Fidel Delgado. Que lo disfrutéis. Merece la pena. Salams.

No hay comentarios:

Publicar un comentario